¡¡¡DIGA 33!!!
Quería hacer un par de horas de correr por montaña, pero bueno, correr por montaña tipo "ligt", con sus cuestas y sus bajadas, pero poco técnico. Salí a hacer una de las "salidas crisis", o sea, saliendo de casa, arrancando desde mi calle, y alternando asfalto y piedra hasta llegar a los Montes de Málaga y volver a casa por el norte de la ciudad de Málaga.
Y el martes por la noche me dejé engañar por el mapa metereológico de una cadena de televisión, el cual me pone la "golosina", de que va a haber de máxima 24º: -¿comóooooo?-. Y allí me lanzó el miercoles a las 10 de la mañana. Pero, je je, cuando estaba paseando a mi perra Senda, ya me di cuenta que de 24º, nada de nada, de 30 pa arriba, pero arrastrado por la motivación y un poco de locura, me visto de "romano" como dice mi amigo Roge y me lanzo a lo pactado con mi otro yo, eso sí, salgo con el "chip" de ir a otro ritmo, pues con la calina que cae ya a estas horas, me puede dar algo y quedarme mas seco que una pasa moscatel, je je, por lo que me llevo el móvil para ir haciendo fotos del recorrido para esta entrada en el blog.
Y es que dicen, con toda la razón, que no hay que salir a hacer deporte, en horas de máxima calor, pero bueno si yo contara, lo que he llegado a hacer, en anteriores veranos...... y es que cuando no hay mas remedio..... . Pero no se le puede pedir "peras al olmo": rodajes suaves, y buscando la sombra, de cualquier calle, fachada, un arboleda, como si hay que ir recortando en la curva de los carriles para aprovechar la sombra.
El callejeo por el centro lleva hasta la Catedral, "La Manca", manca porque tiene una torre y la otra no se terminó en su día. Como un gato asustado, hay que ir esquivando a peatones, coches y saltándose algún semáforo.
La primera subida la hago aprovechando las rampas al Castillo de Gigralfaro. Esta vez me decidí por la subida sur, subida adoquinada, muy frecuentada por turistas, con unas vistas exclusivas de la Bahía, la Ciudad y el Litoral.
Por este pequeño monte, hay senderos, suelo hacer las cuestas y algunas salidas mixtas pasando por aquí, pero hay veces que te puedes encontrar desagradables sorpresas, pues por desgracia, las murallas y sus zonas mas sombrías, son punto de encuentro para actividades poco desentes de personas del mismo sexo, un asco, la policia local esta intentando erradicarlo.
Las vistas desde el Castillo de Gibralfaro:
Una vez que bajo de la zona del castillo, la próxima "tachuelilla" es el Monte de María. Un monte domesticado por el asfalto y las urbanizaciones, pero bueno, también tiene sus cuestas, y sirve de paso para una bajada por senda en su zona norte, y me sirve para llegar a los montes.
Vistas desde el Monte de María:
Al ser lo más alto de esta zona, la brisa me refresca, y me da tregua con el Sol que pega fuerte.
De quí voy bajando por un senderillo algo técnico pero que se deja correr. La sombra de los pinos se agradece, pero a poco paso al horno de nuevo.
Por detrás de unas urbanizaciones, de la zona del seminario, toca una subida de unos 200m. de punteo, prefiero alternar andar y trotar, hace mucha calor.
Desde lo alto de esta "chicheta de monte", veo la "tachuela" de antes y por la zona que voy a pasar. Voy para los cortafuegos de la "pinada del camino de los almedrales", pasando por el Arroyo Jaboneros sobre el que pasa en la alturas la autovía de la costa.
Las LAB, son las garras elegidas para esta salida, buen agarre y suspensión, y frescas.
Este cachito de esta ruta me gusta mucho, es una senda que engancha con los cortafuegos. En esta ocasión había mas caballos con sus potrillos, aprovechando la sombra del algorrobo y dando cuenta del pasto.
Resoplidos por mi parte, el aire se calienta en mi garganta, la cabeza me parece una "hoya express", pero veo la sombra del límite de la pinada con el cortafuegos, bajan algunos grados.
Es este, un tramo de toboganes. Cortafuegos o "parque de atracciones" para cambios de ritmo, punteos y abrir brazos en las cortas bajadas carentes de zona técnica. Al fin y al cabo, un terreno con buenas vistas del oeste de la costa malagueña y "terraza" con vistas a la ciudad.
Se acaban los toboganes. Se descansan las punteras, y los gemelos se desinflan. Los cuadriceps dejan de arder, y el cinturón va pesando menos, y yo también, je je, el líquido se lo lleva el calor, que va "secándome", me llevo a la boca alguna pastilla de sales..
Alargar patas por unos kilómetros de pista fácil y rápida, para llegar a la "guinda" de esta ruta trailera, que tiene casi de todo: asfalto, pista, cortafuegos, senda, arroyo seco y buenas vista de mi Tierra.
Para llegar a los "cortafuegos del boticario", 2km de buena rampa con 300m. de positivo.
El comienzo es sofocante. En otras ocasiones, fuerzo el trote de punteo, pero prefiero echarme en las rodillas y dar pateo, hay que ayudar al cuerpo a regular el calor, el botellín triangular va por la mitad, menos mal que soy de gasoil.
Buenas rampas, si señor, a mitad del bosque de reforestación y del denso arbusto, vienen alientos frescos del Mediterráneo. Las fibras se secan, y sigo lúcido, a pesar de que mis neuronas, aunque resguardadas del tacto solar por la gorra, están al rojo vivo.
Esta línea artificial en el monte, muere en el palomar de la finca de Lepanto, de donde se puede dominar con la vista los Montes de Málaga, y ver la conocida Hoya de Málaga, que no es una hoya de potaje, si no, la ciudad de Málaga, asentada en una planicie y rodeada de monte y enfrentada por deleite nuestro, al Mar Mediterráneo.
Engañando a las piernas con algo de asfalto para volver a pisar senda, hago unos kilómetros de bajada por el duro firme de alquitrán de la "carretera de los montes", la que sube al Puerto del León, mas conocido como Fuente de la Reina. Antaño fue la única vía para viajar a Granada.
Paso por la puerta de algunas ventas, donde entre otros platos, se puede pedir el "plato de los montes", una ración serrana de patatas, lomo, chorizo, morcilla, pimiento y huevo frito. Gran aporte de calorías para aquellos días de trabajo duro en los "pechos" del duro monte.
Voy buscando el sendero que me volverá a llevar a la ciudad. Por él me voy dejando de llevar hasta el túnel de la autovía. Túnel de desagüe de una de las bagüadas que bajan a la ciudad, aprovechado este por los escaladores, para construir un rocódromo. Una buenas forma de usar la obra pública para el ocio.
Y saliendo de este túnel donde pasamos el tiempo, colgados y simulando posteriores motivaciones en la roca, llego a la ciudad, con unos 23km de terreno mixto, con 2400 de desnivel acumulado y 2h15´. Aún quedaba un par de sorbos en el botellín, pero ya en casa: hielo, agua, y fruta a la batidora, y pa dentro que me lo he ganado.
Mucho Monte
Hay hay , lo mejor contra el calor es contra atacarlo, aunque no muchos pueden ,je,je, buen Espartano Malagueño, no te agachan ni las altas temperaturas , Un saludo , de un Cabra de Corduba.
ResponderEliminarEsta historia me suena. Del otro día Salí de 11:30 a 13:46 a 37º... volví viendo lucecitas y más tiznada que el culo de una sartén. Hoy gim 13:45 a 16:45 cinta con A.A. Jacuzzi y piscina.
ResponderEliminarY aquí me tienes ojitos vidriosos y alma encogida; me que has hecho revivir momentos, lugares y gente maravillosa.
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