COPA DE ESPAÑA. CAMILLE EXTREME

EL VALLE ENCANTADO

La frescura de estos Valles es un caramelo para nuestros cuerpos, que vienen asfixiados del calor sofocante de nuestras Tierras. Cuando dejamos atrás el pantano de Yesa, que se encuentra bien cargado de nuestro líquido mas preciado, entramos al Valle del Roncal. Se nos presentó un estreño Valle, por el que la carretera se iba haciendo camino con numerosas curvas, pero con unas vistas de elegantes paredes calizas y una densa arboleda, huella de tantos años de inviernos muy húmedos y frescos veranos. El verde y el gris es el color predominante en este paraíso. Pino, roble, haya, caliza.

Tiramos del freno de mano de la furgo en Isaba, Navarra, a la hora justa para almorzar y encontrarnos con el resto de los cómplices andaluces que íbamos a dar zapatilla a los 31 km y 3900m. de desnivel acumulado. Isaba, pueblo más septentrional del Valle, bañado y orquestado por la frescura y rugido del río Esca.

Un aro de armonía rodeaba todo este lugar. Tranquilidad comarcal, aire puro, una temperatura que invitaba a adentrarse en las sendas, diferentes olores frescos y silvestres. Casas empedradas con envidiados huertos a sus puertas. Aceras adoquinadas, balcones engalanados de geranios. Pureza y sencillez.

Una fresca noche durmió el instinto de uno que buscaba hacer su carrera, salir a lo desconocido y poner su físico a disposición del perfil de la prueba para deleitar sus sentidos y su ánimo competitivo.

Llega la hora. En el frontón están todos la unidades reunidas: exploradores a la vanguardia, infantería y caballería en medio y atrás la que siempre acaba, la artillería. Tenemos que lograr la victoria y volver a Isaba con las menos bajas posibles. Necesitamos la compañía de Camille, aunque él no sepa de nosotros, mejor para él.

La estampida de colores se dio a la carrera. Músculos, tendones y ligamentos vestidos se adentran en el Valle. El grupo se estira. Mis sensaciones son muy buenas, en los primeros kilómetros, calles adoquinadas y pista, me noto cómodo y rápido, el garmin me da lecturas positivas de mi ritmo. Voy progresando, me uno a corredores con los que nunca había corrido en los principios de carrera, sigo progresando, y prefiero en estos primeros kilómetros, dejar de escalar puestos y conformarme con este ritmo y estas sensaciones.

El tronar de los arroyos llena mis tímpanos de ricos ritmos, la humedad que emana de ellos me asicala y la sombra de cañón me viste. Puntera, zancada. Entro en un túnel de hayas, robles. Un sendero escalonado de canto redondo, perfectos para el trote. Al final la luz, alrededor el laberinto de troncos y un mar de helechos bien criados.

Salgo del bosque extasiado por su fresco, vienes un kilómetro de acolchada pradera, primer avituallamiento. Fiesta por los presentes, apoyos y voces familiares: Olga y sus hijas, Peri y tantos amigos más. Cojo un caballo de refresco y galopo de camino al siguiente bosque, que avecinaba puntera de primera calidad con tramos de echarse en las rodillas pateando, pero todo ello a la sombra, y que sombra...... . Voy muy bien de ritmo progresando y mano a mano con Jokin Lizeaga, que por lo que veo ha salido atrás y va escalando puesto, pendiente de su mejoría en la lesión. Pero el sigue a su ritmo y yo al mío. Entre la arboleda se dejan ver algunas crestas y lomas muy atractivas. Mientras mis piernas va pa arriba y pa abajo, saltando algún tronco o pasando por debajo. Bosque y pradera, pradera y bosque, estas es la riqueza de este Valle, aparte de sus gentes, su vino y su queso, etc.

Tras una pradera, por la que no se cuantos campábamos al libre albedrío, pero siguiendo la señales de la carrera. Bajábamos por unas rampas de abrir alas, de recortar en las curvas, de pasar de senda a pista, de atravesar el bosque por sendas en las que los helechos me llegaban por la cintura.

Un kilómetro y poco de carretera, paso por un perfecto avituallamiento: fruta, geles, agua, isotónico, etc, y mucho ánimo de conocidos y desconocidos. Peri me anima mucho, muchas gracias:-te esta saliendo un buen día, buena carrera-.

Aquí comienza el plato fuerte, pero me veo con fuerzas y con chispa. La subida al Ezkaurre 2098m., 3km con casi 800m. de desnivel positivo. El recorrido va por una senda que hay que arañar por su inclinación, cruzada por las raíces de la arboleda, por donde el Sol no se cuela. Un acertado avituallamiento antes de terminar el bosque, me sirve para vaciarme dos vasos de agua en la cabeza, y seguir. La salida de la masa arbórea es de golpe y sin anestesia. De golpe al Sol y a la casi verticalidad de un sendero calizo, suelto y a tramos escalonado. Desde abajo veo la serpiente multicolor que avanza estorbándole metros a la subida.

Por aquí me alcanza Santiago Alvaruiz, un veterano con fuerzas de joven, le digo: -de mayor quiero ser como tú-, después en meta le cuento mis razones.

Los últimos metros a cumbre te dejan trotar, el sendero baja algo sus rampas, pero es mas por el ánimo de los que se han subido a animarnos. Refresco la montura, y doy con mi compañero de batallas Antonio Mudarra, va con tirones, le animo a que se pegue y sigamos juntos. Hacía bastante tiempo que no íbamos juntos en carrera. Me comenta que si se queda,que yo siga:-venga Antonio, venga-.

El descenso del Ezkaurre, es de ir con todo pendiente del terreno, cada pisada puede ser una trampa, hay que ir fino y con las prisas que se pueda sin llegar a hacerse daño. La caliza se levanta insultante y agresiva del terreno. Afilada y descolocada. Hay que anticipar cada pisada que se vaya a dar. Por aquí me encuentro a Javier, que esta siguiendo la carrera con su cuñado. Javier es malagueño, de madre vasca, esta de vacaciones, y fue mi profe de lenguaje y literatura en el bachiller, una gran persona que me hizo pasar buenos momentos en el pupitre y amenizó muy bien aquellas días. Después, le animo a que pruebe el trail.

Seguimos con sube y bajas técnicos, pradera y caliza, mucha caliza. Estamos por encima de los bosque y dominamos con lo poco que puedo mirar tantas estampas del Pirineo, las voy almacenando en el disco duro.

Voy tirando y Antonio a ritmo, en tropiezo me tuerzo el izquierdo, sigo con zancada amorfa, soporto el dolor del cruce de tobillo, y a rato casi desaparece. Vienen un encadene de pequeñas lomas, una línea divisoria expuesta a la corriente fresca. Corro en casi todo.

La sorpresa. Ya me parecio verlos el dia anterior por el pueblo. En esto últimos kilómetros, en lo alto de una loma, estaban Josune Bericiartu y Rikard Otegui, pareja escaladora de alto nivel. Josune es la primera mujer en hacer novenos grado, bueno, y tantos otros logros de máxima dificultad en la escalada.

Y llegó, lo que no supe apañar. Una bajada a media ladera por pradera, de pequeños escalones, pero muy, muy inclinada. El cerebro me decía como bajar pero el cuerpo, jeje, no atinaba a colocarse bien. Las marcas estaban rectas cuesta abajo, y el terreno super inclinado. El resultado: una supercargaera de toda la zona derecha del cuerpo por bajar en 1km con 300m. de desnivel negativo. En fin, de todo se aprende.

Llego a un avituallamiento, en mitad de la pradera, gran curro se tuvieron que meter para los porteos de líquido. Me equivoco y me echo encima para refrescarme, dos vasos de isotónico,aaaaaaaaaaah! me iba quedando pegao por el camino, ja ja.

Y al final, casi tres kilómetros de duro hormigón para llegar a Isaba. Alguien se me echaba encima,- ¿que, què?, aún con la cargaera de cadera, echo mas leña a la caldera. Peri me sorprende en una curva y no para de animar. La llegada a Isaba es una fiesta de los testigos de este día. Llego el 21º y en 3h23´, mejoro mi puesto en la general, colocándome el 15º, creo pues aún tienen que rectificar resultados. Pero con la sensación de haber disfrutado y dado todo en este recorrido 5 estrellas, y muy contento de que no me diera la lesión de los primeros kilómetros, algo que me limitaba siempre.

El grupo esta muy contento. Los chicos hemos estado ahí echando el aliento, y las chicas entre las 8 primeras. Nuestro veterano, Jose María Rodríguez, que lucho este recorrido con unos problemos estomacales que mermaron su buen estado de forma.

Pena ha sido no contar este día con Blanca, pues el día anterior participo en el Campeonato de Mundo de kilómetro vertical, que dando la 13º. Desearle muy buenas sensaciones para el Campeonato del Mundo el 25 de julio, a tope Blanquita!!!. También contamos con las ausencia de las piernas y sus fuerzas, de Manuel Gómez y Antonio García.

Ahora a recuperar y escalar, a tirarse para Sierra Nevada todo lo que se pueda, que por Málaga el calor limita mucho.

Gracias a Monrasin por animarnos y por poder contar con tantas fotos de la carrera, son recuerdos muy preciados. Un abrazo pa Manoli por su chispa y gracia. Y enhorabuena a los que allí corrieron.

Decirles a los navarros: que lograron un recorrido increible, bien señalizado, muy animado y con avituallamientos perfectos. Pero, que fue un error solo poner premio en metálico para el record de la prueba masculino, que las feminas también deben ser "alimentadas" por ese aliciente y reconocidas por igual, en ese tema. Y que, ja ja, que las miga estaban muy buenas, pero quepegan poco después de una carrera. Muy buena bolsa del corredor con productos típicos, el vino esa mu bueno, je je, y eso que yo soy mas de cerveza.

Agradecimientos a los que hacen posible estas participaiones de la Selección Andaluz de Carreras por Montaña:
Federación Andaluza de Montañismo, Junta de Andalucía, Empresa de Embalaje Embaaras, Correduría de Seguros Cotes, Salomón, Tiendas Sherpa, Deportemanía, pintura y decoración hermanos Burrueco(www.pinturasburrueco.com), y "Makalu"(http://www.makalumedia.com/).

mucho monte!!!