jueves, 31 de diciembre de 2009

PRÓLOGO DE UN HOMBRE ORQUESTA





Fue en el 97, 1997, me llamaban a filas, me tocó en Infantería de Marina, ufff! -ahí te van a hacer polvo-, -te van a machacar a guardias-, -a tirarte al suelo-, etc,etc. Por entonces, con mucha ilusión, y me lo pasaba muy bien, hacía bici de montaña y bodyboard (veías olas hasta en un vaso de agua). Mi "rutina" diaria se marcaba por no faltar a la salida en btt con mis buenos amigos: Méndez, Diki, Jesús, Edu, Juanjo, Fernando "Fresquito" y tantos otros. Muchos días eramos tantos que parecíamos una "caravana motera" de esa que hay en el "yanqui". Fueron muchos días de buenas rutas, muchas caídas, pues empecé con unos ciclistas que se tiraban por las bajadas más técnicas de la Provincia Malagueña.
Fue en el 97, 1997, cuando, forzado a una disciplina que no me dejaba hacer lo que más me gustaba, coger la "mortan" (mountain bike, en andaluz coloquial, je je), empecé a correr. Unas veces corría por obligación en el servicio militar y otras yo sólo, pero me enganchó y por las tardes ya me iba a hacer otra media horita, después 45´ y, mas tarde mi afán era hacer una hora. Así, pasé la mili mas amena, no me "rallé" tanto el coco, pedía permiso en los destacamentos para irme a correr,etc,etc. Fue tal el enamoramiento que cuando venía a casa de permiso, en vez de coger la bici me iba a correr. Esa sensación de libertad, esa actividad deportiva tan sencilla me había enganchado, tal vez, "el deporte mas antiguo del mundo". Unas zapatillas, algo de ropa, a dar zancadas y escucharte.
Fueron comienzos en los que el duro asfalto era mi ambiente, pues me imaginaba muy duro correr por montaña.
Mi amigo Méndez dio la "zancada": -oye, vámonos a los Montes de Málaga a subir a la venta del boticario, por la entrada de los "locos" (psiquiátrico por allí cerca) hasta los "buietres" (centro de recuperación de aves) y llegamos a la venta del boticario-. Y así se "lió la gorda", jeje.
Comencé alternar la btt con correr, cada vez me gustaba mas correr por montaña. Me fui dejando de influir por mis amigos Méndez y Jesús, en otras actividades en el Monte: escalada, senderismo, algo de montañismo, ski de travesía y nos apuntamos al Grupo de Montaña el Boquerón. Cuando nos dimos cuenta, toda la pandilla que cogía la bici, se había convertido en "hombres orquesta". Tocabamaos varios "instrumentos" y cuando tocábamos juntos, sonaba bien. Chavalotes que lo mismo un día quedaban para coger la bici, trotar, trepar o ir a la Sierra. Y empezaron las actividades tipo retos. Nunca se me va a olvidar, la primera vez que fuimos a la Sierra de las Nieves para subir corriendo el Torrecilla, 1912m. y punto más alto de la provincia malagueña.
Empecé corriendo "con imperdibles en el pecho" la carrera urbana de Málaga de 10km, pero una cosa lleva a la otra y ...., a los años te vez escuchando el "Vangelis" en Chamonix o el cañonazo en Ronda. Son tantos momentos de dolor, pero tantos ratos buenos y risas. Corriendo por montaña consigo sentirme como uno más del Monte, lograr mimetizar el urbinata que soy, asilvestrar el hormigón que me rodea. Son muchos los rincones en el Monte que te marcan y que vuelves a ellos, ahora son vistos de forma lúdica pero, antaño, fueron duras vías de comunicación entre las poblaciones.
Desde entonces no he parado de correr, pero no por prisa, es otra forma de desplazarse por el Monte.


MUCHO MONTE