GALGO POR UN DÍA
El domingo 6 de febrero ya tenía previsto de ponerme el primer dorsal del 2011, en la I Carrera Urbana de Torremolinos. Es una carrera que se han "sacado de la manga" para sustituir a la, hasta la pasada edición del 2010, la veterana Media Maratón de Torremolinos, que ya llevaba 23 ediciones. Dicen que por razones económicas...... . Pero bueno, allí estuve con las "alpargatas apretadas" y con la seguridad de que iba a ser un recorrido intenso y muy, muy anaeróbico, y a eso era a lo que iba, je je: a "fabricar vinagre".
En estas semanas no estoy haciendo nada similar a este recorrido, ni a estos ritmos. Estoy por el monte, un día sí y otro no, para no sobrecargar. También algo de bici y pateo. Este iba a ser un día de calidad.
Fueron 11,7 km con 240m. de desnivel acumulado, es decir, un recorrido para fabricar lactato y guardar en conserva.
Mi ansias en este día era ponerme a todo lo que pudiera, intentar mantenerlo hasta las cuestas últimas y allí estrujarme a tope. Una buena excusa fue este recorrido para lograr el tope de vueltas en el pulsómetro y mantener un ritmo que me hacía pensar que en cualquier momento me iba a dar algo.
El recorrido tenía una subida corta al principio que cogí con "hambre", seguía con algo de llano y te tiraba empicado por unas calles, una bajada de darle a las patas, hasta llegar al paseo marítimo. Y aquí es donde viene la mitad de la carrera, ponerme a "todo trapo" y mantenerme como pueda hasta la subida. Me fui manteniendo en estos 5 kilómetros de llano entre los 3:30 y 3:45, ese era mi rival, el ritmo. El ojo se me iba al rincón de la pantalla del garmin en el que estaba el pulso, no bajaba de 180 y poco, la garganta ardía, las patas se tensaban, la zancada se mantenía, pero mi fusta iba dándome para no decaer. Los ollares se me abrían, buscando más oxígeno. En el horizonte, veía la Maroma con su sombrero de nieve y en los huecos de las cumbres de la Axarquía se distinguía el blanco de Sierra Nevada. La Mar calma, cogía el sonar del ánimo de las calles a los que corríamos.
Por el km9 la temperatura de mi termostato estaba a mas no poder. Me descuelgo unos metros de un compañero, él me anima: -venga Pedro-, yo le digo: - tira, tira, que voy buscando sensaciones-. A unos metros me hace efecto la glucosa o que se yo, sigo igual de petao pero el cuerpo cambia y me entra otra marcha, y venga, arreeeeeeeeee! que viene la rampa!. Ahora si que iba a mas no poder. El lactato se ha bosado de mi cuerpo y me voy vaciando, las sensaciones son buenas, viene la última y mas larga cuesta y al enfrentarme a ella, reduzco a tercera, tengo "repris" y me la tomo como una serie, y me digo: -aquí hay que poner la botella boca abajo, y dejarla vacía para tirarla a reciclar después en meta-, je je.
Un buen día de intensidad por asfalto, para ver a muchos amigotes del alquitrán que siguen tan "galgos" como siempre. Me salió una media de 3:40, terminé en 43´ y 20º. Pulso: 182 de media y 188 de máxima, y dos litros de vinagre de fabricación propia, ja ja.
Habrá que ponerse a entrenar, ...el lunes cuando vuelva de Pirineos, prometo.
ResponderEliminarMe motiva leerte, voy a ver si a mi también me sube el lactato el vinagre o algo porque voy de "mar en peor".
Lo importante es que me parece que lo pasaste genial, hay que hacer asfalto para mejorar la velocidad, al menos yo debería.