martes, 7 de septiembre de 2010

TROPECÉ CON EL ESCUDO Y PARTÍ LA ESPADA





Después de esos cuatro días de curro intensivo, para que todo saliera bien en el I Mountain Festival Sierra Nevada, venía otra cita de dorsal. El camino llevaba a Pradoluengo, Burgos. VIII CROSS DE MONTAÑA "SUBIDA AL SAN MILLÁN", 3º prueba de la copa de España de carreras por montaña 2010, algo más de 31km. con 4040m. de desnivel acumulado, por la Sierra de la Demanda, un entramado de cordales, lomas, cima de 2000m., hayas, robles, helechos y mucho pino.

Las semanas anteriores había tenido buenas salidas por la Maroma y demás terrenos traileros. Había escapado de la calor, a veces, conformándome con los ratos de elíptica y bicicleta. Las sensaciones eran buenas, y la "pata palo" me había respetado varias semanas, ya que me concentré mucho más en los calentamientos y estiramientos. Pero, los días antes de Burgos, me volvió a dar, y me vine un poco abajo, pero venga "pa alante".

Las referencias que tenía de este recorrido, es que era rápido y corrible, y parece que lo afirmaba, viendo anteriores clasificaciones.



Un buen sueño y una cena ligera precedió el despertar. Un desayuno de bizcocho y torta de algarrobo, algo de fruta, café solo, y buenas risas con los compañeros/as, me aproximó a la salida. Hicimos un buen calentamiento, la temperatura era cálida.
El nivel de los participantes era alto, pocos faltaban.



A las 9 despegamos de Pradoluengo con una lanzada rápida por las calles, para adentrarnos en el monte por una rampa mantenida de campo a través, unos kilómetros de palanca, de echarse en las rodillas. El cuerpo se calentaba, el lumbar derecho se me sobrecargaba, comenzaba la "pata palo", pero mantuve el ritmo y a poco se me quito, y comencé a recuperar, y progresar por el bosque. Saltando troncos, y serpenteando la zancada por el sendero, veía el azul de la camiseta de mi compañero Antonio Mudarra.





Para llegar al km5, teníamos un cortafuegos largo y ancho, de mucho polvo, recién arado, pero de blanda pisada, era esto mejor que ir por uno de piedras sueltas. llegábamos a lo hondo del valle, a "La Pasada", nacimiento del río. Por una zona de pista embarrada, alcanzo a Antonio y al "superveterano" de Valencia, Santiago Alvaruiz. Voy muy bien, concentrado y fino, mi zancada es nerviosa y atenta. Les saludo, con la palmada en la espalda, para que me sigan. Más tarde, Antonio, me dijo que iba muy bien y a ritmo fuerte, y que ni se pegó.
Me noto dinámico, que voy, que voy, sigo pasando metros y subiendo, con mi paso nervioso y económico. El recorrido pasa a una senda, muy inclinada, imposible correr, paso a modo de pateo, "alargando patas", a veces troto, sigo pasando compañeros. Voy por un bosque cerrado, la copa de los robles no deja ver nada, por arriba, el horizonte se dibuja casi vetical, la alfombra de hojas secas oculta las speed cross que también agarran en estas rampas. Sigo pasando, y llego arriba. Pasamos a terreno de alta montaña. De arboleda se pasa a monte bajo, "arbusto de supervivencia" en las alturas. La senda es un "laberinto" entre ellos, una joya. Correr y correr, chispa.

Peri esta en el punto de avituallamiento, apoyando como el sabe hacer. Un cortafuegos de abrir zancada, me saca de la mano del hombre, me lleva a una zona de loma ancha, a la divisoria de estas latitudes. Alcanzó a Oscar Baeza, la semana pasado quedó 5º en el kilómetro vertical de Sierra Nevada. Vamos haciendo los sube y bajas hasta San Millán, se me pega y llegamos a esta cota la más alta de carrera, 2131m.. Coincidimos con los primeros que bajan, Iván va 3º, lleva a David como una lapa pegado, los dos con todos sus sentidos en la bajada.
Nos toca una zona de pateo, con cuerdas fijas para ayudar, ya que la exposición era evidente. Al avituallamiento Oscar llega unos segundos antes, y sigue solo, yo lo sigo a unos 100m. Voy el 16º, a mitad de carrera, quedan 17, casi todo de bajada y pequeñas subidas, mis fuerza eran muy buenas.

Me avisan: -¡cuidado con la bajada!, y allí llego el tropiezo. Despues de una zona de senda estrecha pero corrible, dábamos con unos metros sueltos y de escalones de piedra levantada. Un descontrol, que cuando fui a controlar, me catapulté. Unido con la diferencia de inclinación, pues empecé a rodar. Cuando me levanté, me miraba y tocaba, creía que lo peor era un corte entre el cuello y la oreja, pero que va!, me veo que en la pierna izquierda, en la parte interior, mas arriba del tobillo, tenía un trozo menos de carne. En las volteretas, las piedras, como cuchillos, se habían llevado su parte. La cosa estaba fea. Comencé a maldecir. Yo quería seguir, dudaba, los voluntarios me cogían, no me dejaban: ¡joder, joder, no, no, me cago en to!. Me tranquilizaban, yo quería seguir, pero me veía la herida, podía moverme, pero me imaginaba bajando y que se me rompiera una vena o tendón, paranollas, pero con razón.

Me tapan con pañuelos la herida Antonio y Miguel,los voluntarios. Baja la médica Ana, me hace unas primeras curas, y me bajan en todo-terreno al pueblo, que buena organización. Allí los sanitarios del pueblo, me vuelven a curar, y me remiten a Burgos, prefieren que un cirujano lo vea y de él los puntos, puede que hagan falta puntos internos. Me alargan mis amigos Antonio y Miguel A. Mudarra, que buenos amigos, y gran compañía en estos ratos.
Y menos mal, me dan un puñao bueno de puntos, no hay tendones, ni musculos afectados, 15 días de cuidados, para que cierre bien la herida, pero bueno podría haber sido mucho peor, la verdad. Y eso es así, el que no hace nada, ni se cae ni se lo pasa bien.
Me quedo con la rabia de que podía haber sido mi día, mi gran día en la copa, dicen que iba para los diez primeros, y casi lo puedo afirmar, pero...., quien sabe.... . Me pierdo La Sagra, pero a la Calamorro espero estar, aunque sea con lo "puesto". Ahora a cuidar los puntos, y hacer tronco superior, leer, etc.

Iván hizo un carrerón, siempre en cabeza y llegó a muy poco de los tres primeros, pero lo mejor, que estaba satisfecho.


Blanca, ganó con autoridad en las féminas.



Los Mudarra, que voy a decir, son dos "apisonadoras" de kilómetros, que aman los desniveles y el monte;



Noelia, Encarni, Inma dieron unos zarpazos al recorrido y les salió una buena carrera;






Jose María, nuestro veterano, tuvo un buen día, y se quito la espina de Navarra; y Peri nos mimo y estubo pendiente de nosotros, siempre tan atento.



Y nada solo queda resignarse, y decir que:

"tropecé con el escudo, partí la espada pero ya estoy en la forja equilibrando el metal"

Gracias a nuestros apoyos en estas aventuras:

Federación Andaluza de Montañismo, Junta de Andalucía, Empresa de Embalaje Embaaras, Correduría de Seguros Cotes, Salomón, Tiendas Sherpa, Deportemanía, pintura y decoración hermanos Burrueco(www.pinturasburrueco.com), y "Makalu"(www.makalumedia.com).

Buenas sensaciones y mucho monte!!!
El que no corre por el monte no se cae pero no lo disfruta.



11 comentarios:

  1. Un poquito de paciencia con la lesión y a recuperarte pronto.
    Un saludo campeón!!

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  2. Venga campeon, que esto te lo comes con papas fritas,ya veras que cuando menos te lo esperes ya estas dandole a la suela otra vez.
    Haber si te vuelves a pasar al mundo ultra y nos vemos.
    Un abrazo
    agur

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  3. Joder joder , tio ,al leer tu cronica me sienta muy mal lo que te ha pasado , pero como dices el que no corre por el monte no le pasa , que sea pa pokito y te recuperes bien , porque lo de pronto seguro que te vemos ya por Calamorro dando zancadas. Y otra cosa no lo dudes que estabas dentro de los diez primeros seguro y eso lo sabemos todos , un abrazo mu fuerte y lo dicho. a forjar una nueva espada.

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  4. Ponte pronto bueno y recupérate.
    Mucha energía positiva y muchos ánimos, Bss

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  5. Leyendo vuestros apoyos y las llamadas de mis afines, he notado un subidón de plaquetas que me llegaba a la "chapa" jodida, gracias.
    al a taquerrrrr!

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  6. Hola pedro, soy Lorenzo, mucho ánimo y seguro que te recuperas muy muy rápido y estás preparado a tope para el Calamorro. Yo, por si te sirve de consuelo, estoy fastidiado con las ampollas y tampoco voy a poder correr la Sagra, llevo toda la semana con un dolor insoportable por las ampollas. Recupérate pronto, y si no nos vemos en la sagra, nos vemos para Calamorro. Un abrazo, y cuídate.

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  7. Hombreeeeeee!, te entiendo!, aunque eso no es consuelo. Ahora me consuelo tirao en el suelo haciendo ejercicios o leyendo, ah! y tomando parte en la organización de la Calamorro. que no se te infecten los "parches de los pies", son heridas de guerra. Al principio son normales, hasta que la piel se pone como la de las serpientes, ja ja. un abrazo

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  8. ... en plena competición, cuando mejor me encuentro, aparecen los temidos amagos de calambres musculares... su presencia constante me aflige pero trato de elevar mi espíritu hacia la luz vaporosa que envuelve a los corredores en su vertiginoso descenso por el polvoriento cortafuegos del Chorro... hacia la mágica serenidad del tupido hayedo del Nacedero, donde parece que asoma el hocico del Corzo sigiloso... y hacia los rojizos brezales que tapizan las cumbres del San Millán... en esas laderas pétreas, que parecen inofensivas, Pedrito besa el suelo, rueda que rueda, deja en la roca su piel, su sangre y hasta un buen trozo de carne... al final, todo queda en un susto... menos mal... estos percances me hacen pensar que olvidamos demasiado pronto la fuerza descomunal de la Naturaleza... calambres, caídas, «pájaras», abandonos, torceduras, desfallecimientos, ampollas, etc. son el precio que, a veces, pagamos los corre-montañeros por nuestra arrogancia y prepotencia hacia la Naturaleza... no me cabe duda que los cerreros amamos con pasión a la Naturaleza, pero también hablamos sin pudor de «conquistar» montañas, de «volar» sobre los picachos, de «doblegar» serranías, con unas zapatillas, una camiseta de tirantes y un par de «geles», cuando no somos más que una mota de polvo, una brizna de hierba, en un gigantesco universo natural... la caída del «Lince» y mis calambres musculares no son más que «tiernos» avisos, pellizquitos de nuestra Madre Naturaleza a sus hijos, de que hay que acercarse a ella con más humildad y sencillez... de que no somos invencibles, que nuestra fuerza está en nuestras propias limitaciones... ser cerrero no es ser perfecto o salir victorioso, o ser invulnerable... el cerrero es totalmente frágil... ese es su único coraje... ¡qué te mejores, Pedro...! ¡nos vemos pronto...! ¡la montaña te espera...!

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  9. tanta razón te puedo dar, como piedras tienes la veredas. Somos meras copias de los "perfectos", de razas nacidas en una cuna de supervivencia. Adaptamos a nuestro cuerpo a lo que antaño fue su "día a día": correr por este medio como uno/a más, hoy hostil, pero que hace milenios andábamos descalsos. Pero hay veces, que somos casi como ellos: silenciosos, efectivos, pero caemos en la confianza, y se nos olvida lo que somos, meras adaptaciones.

    Gracias Miguel, bonito regalo, el deleite de tu escritura. Si señor, cada vez me doy más cuenta. Están los que son competitivos, y los que somos competitivos y apreciamos el medio en el que nos movemos. Los Mudarra, sois un par de jabalies que se ponen el dorsal, para pasar inadvertidos al resto. un abrazo.

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  10. Jolines, Lince, el reposo te hace aflorar la vena poética y me dan ganas de poner tus textos de ejemplo a mis alumn@s.
    Como lo llevas???????
    Muchos ánimos y RECUPERATE!!!
    Bss, Sana, sana... ya queda menos!!!!

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  11. esto va bien, la "chapa" se ha pegado bien, aunque me han dicho que no se cuantos días más, pero yo voy a dar algo de bici y pateos. ay que ver lo que cierran las heridas, con la mala pinta que tenía el boquete.
    gracias simpáaaaaatica

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