Buena tarde de primavera la que me acompañó a El Burgo, viendo un águila
perdicera y a unos caballos retozar por un prado cuando iba cerca de
Casarabonela. Pasando por el Puerto de la Abejas, se dominaba casi toda la comarca por la que iba a dar zapatazos al día siguiente. Mientras conducía me recreaba con las vistas, me imaginaba la gráfica y la interpretaba viendo el "pulmón" de la Sierra de las Nieves a un lado y al otro, la cumbre de la Cabrilla, 1470m., cuyo desnivel arranca desde el mismo pueblo. La plaza era un
baiben de personas con sus bolsas del corredor, muchas caras conocidas, muchos saludos: los amigos de
Ubrique, los de
Jarapalos, los del
Hockey Alcalá. Pocos andaluces que les guste el
trail faltaron este día. Me quedo con un saludo a una persona que conocí ese día, Paco, intercambiamos impresiones de la zona y me declaro:-que sepas que estoy aquí por ti-. Y es que en el 2006, leyó una crónica que hice sobre mi
participación ese año en mi primer
UTMB. Me llenó de satisfacción, me puse
colorao como un tomate. Es para mi un honor haberle transmitido, o
mejor dicho, que se haya dejado transmitir: que a veces sufrir hasta esos límites es posible y tiene sus recompensas= terminar lo que se empieza, aunque sea llegando el último y andando como las "muñecas de famosa".
Otra noche de mal dormir, pues parece que ultimamente, ante una carrera, me cuesta coger el sueño, y por ganas no es, pero ando muy activado. Tengo que solucionarlo. Desayuné lo que llevaba preparado. Hacía un frío que no veas, la furgo parecía una nevera. Al poco llegó Federico Galera "Kiko" y Antonio. Empezamos a calentar. La temperatura iba subiendo. Muchos y muchas caras conocidas de otras gestas: los SportLab que hicieron la de 25km, Pablo, Jesús, Curro; los Corbuba Trail, Rafa y Fernando; la familia Contreras, los Pacos y María; Remo, los Susmurais; el amigo Ilde; Peri, etc, perdonar los que me dejo atrás.
La salida la hacemos entre alguna charlilla, bueno, el Peri es el que iba va charlando, je je. Mis sensaciones nada mas empezar no son muy buenas, y eso lo sabe uno. No llevaba una buena respiración, tenía como un tapón en la garganta, pero el ambiente era genial. Nos juntamos un grupo en cabeza, al que iba tirando Luis Ignacio. En este grupete íbamos traileros de casi todas las provincias, un puñado de personas amantes de sus Sierras. Cuando comienza la subida a los Sauces, me pongo a tirar junto a Kiko, llevo un ritmo que me gusta pero el cuerpo nos es el de hace unos días. Los isquios están tensos, los lumbares sensibles, pero bueno a rodar. Cuando salimos de la pista el recorrido va por un flipe de senda. Encajonados en un barranco, vamos subiendo, a la sombra, la temperatura es perfecta. La senda es un lujaso, sigue por una bancal en la sombra del bosque de pinos. Cuando pasamos por los Sauces, le pego una tarascada a un vaso. Esta es una zona recreativa, hay gente acampada, están desayunando, despertándose, les sorprende nuestras "prisas". Cuando pasamos por una zona de pista, sería el km 19, Kiko cambia un poco el ritmo, se pone a tirar él, yo prefiero quedarme, mis sensaciones no son buenas, no llevo lesión ni problemas estomacales, no voy fino, el va mejor, y me pongo en el lugar de que si me pongo a ese ritmo pasaría mucha fatiga. Me digo:- vienes a rodar, a disfrutar y si encimas no estas fino hoy....-. Se me va Kiko, le veo muy suelto, me alegro.
Por el km 22, el pueblo y km 25, se veía a tiro de piedra, pero esperaba una bajada por tierra y hormigón, levantaba la cabeza y al sureste esperaba el "turrón duro del día, a ver como iba mi dentadura".
El paso por la plaza, que mas tarde sería la meta, estaba muy animada, se agradecía el coro de voces de apoyo y la posibilidad de dejar una bolsa de avituallamiento personalizado. Me entretuve lo menos posible, cambie de botellín. Cogí un botellín con l-carnitina y una botellita de isotónico que jalé antes de salir del pueblo y deje en un contenedor, repuse algún gel. La mañana seguía cálida en las calles del pueblo, las gentes estaban en sus plazas pasando la mañana, las personas mayores sentados viendo como los "formula 1" pasaban rumbo a la calenturienta subida, que buenos ánimos daban.
La temperatura va subiendo y las rampas se van alternando entre sendero, vereda, pista y campo a través, el calor es casi asfixiante. Subir, subir.
Cogí unas naranjas del avituallamiento del km 29, me dicen que llevo a Kiko a 5´, en verdad, me importa poco, voy pendiente de mis sensaciones. Increíble como esta el campo este año con la primavera. Había alfombras de flores.
Voy arañando las veredas entre pateo y trote, bueno......, ¿trote?, poco pero intento en algún sitio para no quedarme muy lento. En algún tramo me pongo a cuatro patas. Intento ir constante.
El "oasis" de la Sierra de las Nieves, se va quedando atrás, a mis espaldas, un oasis de cal y agua fresca, El Burgo.
Pero viendo mas cerca, al voluntario de Protección Civil, que me observa agazapado encima de una piedra. Al llegar a ese collado una bocanada de la costa refresca las fibras que me cubren, se secan y bajan los grados de mi sensación térmica. Me anima el xaval, que mas tarde felicité por su labor en el pueblo, pues lo reconocí al instante, tenía una mano escayolada.
Aún hay que escarbar un poco más para hacer cota. Otra "alma voluntaria" la guarda, al llegar a él, se desvive por animarme con un acento autóctono: el andalú de tierra adentro. Como voy pateando por esta zona de calizas escalonadas, en la que no puedo dar un paso parecido al otro, me empacho de las vistas. Abajo, en la vertical, Yunquera. Al fondo, una loma tras otra va cayendo los desniveles hasta llegar a ver el Mediterráneo. A un lado, la hermana mayor de la Sierra, La Torrecilla. Y enfrente, el siguiente punto de paso con otra buena persona presente, que me avisa de la bajada que me espera.
La bajada comienza un poco técnica, para pasar a ser de zancada fácil. En un pequeño puerto hay un puesto de avituallamiento, km 37. Veo que llega una senda que viene de Yunquera, que interesante. La bajada sigue constante por una joya de senda, escarbada en forma de bancal y en continuo zig zag, la sombra viene bien. No me noto fino bajando, voy lento, se que no tengo buen día, pero voy disfrutando, tengo ganas de llegar.
Vienen algunos pequeños cambios de desnivel hasta llegar a un punto de avituallamiento, km 41, membrillo, agua y a dar zapas, me cometan los cómplices que ya guardan el puesto: ¡es duro esto, eh!. Ufff! el cambio de desnivel que vino, se me atraganto hasta el fondo, jeje. En una mirada atrás, veo que alguien se me hecha encima, creía que Miguel A. Torres. Entre sembrado y carril, voy llegando al km 46, a partir de aquí todo lo conocía de antes, era común con la subida. Pasando por el cortijo, me confundo y me meto en el sembrado, y encima sigo, hago unos cientos de metros con trigo hasta la cintura, mientra veo que el corredor que venía detrás me va pasando por donde se tenía que ir, mientras veo el pueblo, esta a 2 km, y como se suele decir, "ya voy pidiendo la hora", ufff que dolor de cuerpo. Cuando empalmo con la pista, llevo a xaval a unos 100m., lleva una zancada muy fresca y suelta. Intento pegarme, casi lo consigo, viene uan zona de hormigón, y se me va. Pues na a llegar a meta.
Pero, cuando pasando por las calles de El Burgo, después de la última rampa que ya parece una vertical, me vuelve a pasar el mismo:
-¿quillo tu eres el mismo de antes, no?,
-sí, es que me había confundido al entrar al pueblo-
-pues corre, corre, que te pillo-
jeje, esto le dije pa picarlo, y hacer una gracia, pero se lo tomo en serio y mas corría. Por mi parte, ya lo que quería es llegar y me iban dar lo mismo.
Voy por las calles, viéndolo por delante, las personas están en las puertas de sus casas, en las plazas viéndo la novedad del día, animando, somos la atracción de las terrazas.
En un cruce de calles, el xaval duda. Veo y escucha como pregunta a los paseantes, y yo le grito:
¡que te pillo! ¡corre que te pillo!, después al frescor de una buena sombra y comiendo sandía nos reíamos. Varios me comentaron que este corredor hizo una carrera espectacular, de menos a más, y fue remontando todo el rato, buena carrera Ernesto.
Y llegué a meta en 5h19´ en 3ª posición, más de lo que yo creía para este recorrido, que claro, no conocía, un buen rodaje que se llevan las patas y una buenas exploración del entorno de El Burgo.
Fue increíble, espectacular el despliege de voluntarios de Protección Civil. El recorrido me gusto, tenía un poco de todo: zonas de correr, zonas técnicas y una buena subida de pateo.
Enhorabuena otra vez Kiko, tienes mucho potencial. Sufriste y lo conseguiste, y cuando te pones constante día a día y las circunstancias te acompañan eres un bicho.
Enhorabuena a todos los que disfrutasteis el recorrido. Que Paco Contreras, el mayor, que se recuperé bien de su caída, que vaya hostia que se dio, menos que iba con su hijo Eltziar. Desear buenas sensaciones a todos con los que pase este día. A Perico que logro llegar y romper las apuestas negativas. Enhorabuena a Noelia, por su primer puesto en la de 25km y a todos los de Jaén del Hockey Alcalá.
Fui para mí algo especial ver a tantos andaluces dando zapatazos por el monte, esto va pa arriba, a por la próxima.
Ah! antes de desconectar. El mismo día fue la Zegama-Aizkorri y un grupo de andaluces, lo mejorcito, alla se fueron. El recorrido es duro de por si, pero con las extremas condiciones metereológicas, mas aún, felicitarles por llegar a meta enteros y dejar su huella allí: Manu, Antonio, Inma, Blanca, Iván. Enhorabuena a los madrileños del Benalmádena, Maribel y Trulli. Que bicho el Trulli, quedó el 16º, en un día de perros.
MUCHO MONTE!
Ah Sabiñánigo el 30 de mayo y puede que el 13 de junio a la Canfranc-Canfranc, ya os cuento: