Ya que estábamos había que terminar la copa de España, aunque fuere con lo puesto después de "perder un trocito de carne" en Burgos. Las Fons de Tardor, en Vall d uxo, Castellón, fue la cuarta. 26 km de toboganes, recorrido para ir rápido, y de rapido nada, mis piernas estaban alcayatadas, después del paronsete, no le hice mucho caso al medico, pues si no me tiro otros 8 días en el "dique seco", y me puse con la bici y la elíptica, a patear la Calamorro pa sacar el perfil con cuidao de la cicatriz. Vamos que me lo pasaba bien pero me estaba volviendo mas lento que una tortuga con remolque.

Probé con unas carreras cortas en Torremolinos, con motivo de las fiestas de San Miguel, y así cumplía con el Club de Torremolinos, y probaba. ¡Pues no veas!, un par de carreras cortas...., explosivas por asfalto..., de esas para galgos.....: ¡ los isquios en el cogote!, pero yo ahí, cumpliendo, uffff!. Bueno que me voy por las ramas, volviendo a Castellón.

Hago una buena salida y en cuando viene la primera subida voy con buenas sensaciones, el cuerpo me compaña, pero je je, ¿a onde vas? me dicen mis isquios y femorales, y se me ponen "tímidos", vamos que se engarrotan como una vara de acebuche, y asi todo el recorrido. En las subidas muy bien, en los llanos no podía ir como se que puedo, y en las bajadas......., bueno en las bajadas, como no había bajado por zonas técnicas desde el "revolcón" pues....... vamos que en vez de pisar un sendero, parecía aquello mantequilla. Parecía que iba montado en un toro..., de esos mecánicos, y a ver en que momento me iba a meter el castañazo. Por ello, las bajadas me las tome suaves pa coger confianza. Al final llego el 28º y 2h21´ que se traen las patas de buen trail por estas tierras valencianas. La organización un diez.

De vuelta a casa, seguía maquinando la organización de la Calamorro: hay que ir allí, hay que llamar a "tal y cual", hay que recoger...., que si balizar, que si..... "pin pan pun toma lacasitos". Locuuuuuuura!!!.

Y por fin, llegó el día D. Apenas pude calentar. Saludaba a todos y todas con lo mas corto que se me ocurría, había cosas por hacer, el audio no iba, pero todos tenían sus dorsales, bolsa del corredor y el recorrido estaba bien marcado y repasado por todos, ufff! El día se presenta al final soleado y no se cumple la lluvia que decían las previsiones. La temperatura será calurosa pero tan "extrema" como el año pasado. Y pun, salimos, el ritmo se acelera el grupo de cabeza se hace y a poco se estira y cada uno se pone en su sitio, o mejor dicho sus fuerzas y sensaciones nos ponen. Mis sensaciones me dejan atrás, no soy tan fino en las salidas, y poco a poco voy cogiendo inercia, como las locomotoras de vapor, je je, que patinan al principio y después se dejan llevar. Es algo difícil explicar, la sensación de participar en una prueba, que "has mamado", desde dentro y fuera, conozco cada rincón, cada piedra, cada grano de arena, se lo que me espera bien. A partir del km 4, bajando, me viene "el taichi", así denomino yo a la sensación, ya sea, en bici, escalando, corriendo, etc, de sentirme flotar, levitar, que cada pie lo pongo en el mejor sitio, que mi cuerpo me acompaña, que un coro de voces me jalean y animan. Voy a mi ritmo, en mi nave, miro su frontal y los sensores van bien, pues venga a este ritmo que esto va. Y viene el primer pepino, pues lo de antes ha sido "el pepinillo" y vaya pepinillo para empezar, para poner a casi el tope el "modo trail".

La subida a las antenas, voy con buenas sensaciones, pero con un dolor en la planta del pie derecho. Cada pizada era una puñalada, y no quería rectificarla porque hubiera sido otra lesión. A poco, paso a Antonio García, le animo, en esta carrera no ha ido como suele ir él, pronto, seguro volverá a estar "echando chispas". Llego a los bancales y pongo el modo "cuatro patas" y me agarro a todo lo que creo que no voy arrancar. En la cumbre estan Elías y Rafa de Alora, animando junto a mas personas, que bien. En el avituallamiento esta el aliento de Peri y los presentes, que grande. Me lanzo y abro los brazos para darlo todo hasta la autovía. Voy como en el ciclismo, con todo metido, je je. Bajo un par de puestos, alcanzo a Antonio Mudarra, amigo de batallas y amante de las sendas empinadas. Y seguimos juntos.





 -venga,venga, Antonio nos vamos-. Seguimos con nuestra carrera. Que buen día: buenas sensaciones y mano a mano con este "fichaje". Alcanzamos a Raul, que nos dice que la bajada lo ha dejado "cao", pero que fiera, ahí hay material, material del bueno. Antonio y yo seguimos. Haciéndole la goma, se me va. Las pilas se me van. Comienzo a hacer como los "walkman" de casettes cuando se les acababan las pilas: güa, güa, laaaa cabeuuuuja meeee duuuuua vuuuueeeta, güa, güa. A unos segundos se me va Antonio. Pero en el avituallamiento del collado de antes de Calamorro, cogemos un par de vasos: -venga, venga Antonio, yo sigo, venga, venga- No lo quería hacer feo, tenía que seguir. Seguí y el también. Tiré pa arriba con todo lo que tenía en mi cuerpo, alternaba trotar y andar, me agarraba a las ramas pa impulzarme. Estaba luchando con un amigo. Alcanzo las escaleras de la cumbre con algo de diferencia, pero me pongo pendiente de mis sensaciones, me noto lento pero "medio-entero". Que bien no hay nadie por esta zona, solo veo piedra, azul en mi cabeza y mis manos se me disparan a las barandillas, que parecen que estas se me cogen a mis manos y tiran de mi. Y viene la bajada, voy innotizado solo veo mis pies, hago el "giratuto" en el avituallamiento, y....... por Dios, o por quien sea, que lo di todo en la bajada, todo. Alargué la zancada todo lo que pude en el tramo de hormigón, los isquios me mordían los glúteos, dolor. Entro al sendero de un salto, veo a Antonio por encima, por el hormigón viene, y viene con todo. Abro los brazos, me inclino, me vuelvo a echar atrás, ¡salto!, ¡recorte!, ¡dos kilómetros a meta!, no me lo creo, lo saboreo.





A parte de 3º, he tenido muy buenas sensaciones después del principio y he disfrutado. Y, vuelvo a dejar de ser corredor y a formar parte de la organización: que si esto, que si lo otro, je je, que locuuuuura, pero que alegría en verdad. Parece que todos contentos. Y que este re corrido se queda ya por fin fijo, que vaya recorrido, puro trail. Muchas gracias a los voluntarios, a Protección Civil por su despliegue sin ánimo de lucro, que grandes son; gracias al Club Atletismo Arroyo de la Miel, sin ellos los avituallamientos no serían posibles y no estarían tan bien atendidos; gracias al Ayuntamiento de Benalmádena por su apoyo y por acompañarnos en la entrega de trofeos; gracias a todos los que echaron una mano, y a los que ehcaron las dos; gracias a los "escobas": Méndez, Kiko y José Carlos que dejaron el monte limpio; gracias a Rogelio Macías por continuar con esta ilusión. Lo siento por la Federación, pero no porque no estuvieran presentes y no nos acompañaran a todos, como prueba de la Copa Andaluza que fue, si no por el feo que hicieron a todos los federados por no estar presentes.



Y la semana siguiente había que ir a Vitoria,al Campeonato de España de Clubes. Pero, a mitad de semana me desinflo con el "síndrome post organización calamorro". Tengo ganas de pasar el fin de semana en casa y hacer cosas por aquí cerca. No quiero meterme una mataera de viaje, en plena salida del puente, no andaba muy bien de ánimos propios, y por algo mas, pues me rajé y deje en la estacada a los demás. Pero ellos, si supieron fortalecerse y hacer un viaje que cansa de pensarlo: llegar-correr y volver de Vitoria. Y se traen un cuarto puesto, en una carrera que tiene un recorrido que creo, no le vino bien a ninguno, pues no era nada técnico y porque dicen, era casi un cross, un cross muy largo. Unos venían de la Calamorro, otro de la Cavalls. Pero allí estuvieron, enhorabuena VALIENTES, que recorristeis España para dejar vuestra huella.