MONOS EN LA NIEBLA
Después de un par de días foqueando, haciendo ski de travesía, el domingo quería hacer una salida de 3horas de CxM. En estos dos días he hecho dos salidas de unas 2h30' cada uno. Pero no ha sido por zona muy bonita que digamos, si no por las pistas, pues el tiempo no invitaba a meterse muy hondo en la serranía, y menos solo. Aprovechando la gris compañía de la estación de ski y su ambiente humano, arrancaba desde el parking de las caravanas. El viernes, subí hasta el remonte zayas y bajé a Pradollano y volví a subir a Borreguiles,con 950 de desnivel positivo en dos subidas.
Y el sábado, saliendo del parking de las caravanas hasta el remonte que hay en el Veleta (939m de positivo), el viento azotaba a rachas y la temperatura no era muy fría. Hacía un par de meses que no me calzaba las tablas y no sentía el ahogo del "aeróbico" en altura, digo aeróbico, pues me es difícil pasar de 160 en estas cotas, aunque las características del ambiente en altura no te dejan, la verdad, vas 150 pls y parece que vas 180. Ha venido bien para descansar de impactos, seguir en el Monte y fabricar tomatitos (hematocritos).
El domingo, Iván y yo teníamos ganas de hacer lo mismo. Esta vez fui yo quien tomo la iniciativa de elegir la ruta. La mañana apareció lloviendo, tuvimos intercambio de mensajes:
-¿que vas a hacer? en Fuengirola esta cayendo bien y la Sierra de Mijas no se ve-.
- venga, venga, pa que tenemos las chaquetas y el material, es agua lo que cae no lejía.....
Iván, que como "le va la marcha", pues el primero.
Quedamos a la entrada del carril, el carril que atraviesa la cara sur, el que se hizo para sofocar el debastador incendio de hace unos años.
Ya desde el comienzo, coge inclinación positiva y el firme es muy rocoso y suelto, perfecto. A poco, dejamos el carril y nos adentramos en la espesura de un bosque de reforestación adornado con flora autóctona que ha sabido brotar y sobrevivir. Vamos subiendo y bajando poquito pero que te espabila rápido. Por una senda escarbada en la ladera, vamos bordeando el monte, nuestros pies agradecen lo blando del sendero, una mezcla de ramas de pino y tierra mojada. Las ramas nos riegan el agua que se había posada en ellas.
En unos 29´ km 4.8, 473m, con D+- 750m, nos ponemos en el carril que lleva al Puerto de los Conejos, mas conocido como La Bola. Sus rampas son constantes, manteniendo un buen desnivel de subida, zancada de trail. El terreno es suelto. Sus vistas suelen ser agradecidas pero los vapores de la sierra nos cubren, nos camuflan.
Cuando hacemos puerto ( km 10.5, 1095m., 1h9'), nos lanzamos por la senda hacia Alhaurín El Grande, una senda técnica al principio, que pasa a dejarte alargar la zancada y dar rienda suelta a la fiesta de nuestros sentidos, pues el abrigo de la humedad y la niebla, unido con la nutrida flora de esta zona norte, nos da patas. En un distracción, mirando otro sendero, doy con los huesos en el sendero. Alguna magulladura pero sigo y al estar en calor se pasa el entumecimiento del golpe en codo y rodilla.
Aterrizamos en otra pista forestal que baja a Alhaurín, pero nos evadimos de ella y cortamos campo a través, algo improvisado hasta volver a dar con la pista que queréamos, la que nos llevará a la Fuente del Acebuche, a la que daremos unos sorbos para enjuagar nuestros conductos.
Esta zona invita a largar las patas, a correr por debajo de 5´/km, es una "pista rápida" hasta llegar al cruce que va a la fuente, aquí hay que cambiar a media pisada. Iván cambia el ritmo y yo detrás resoplando pero con buenas sensaciones según la situación, viendo que el pulso va bien ayudado por la subida de tomates de los días previos.
Tras la fuente, pongo un ritmo "botiboin", no dejar de trotar hasta llegar al Puerto de la Encina, el carril de Jarapalos. El sendero corto del acebuche, como decimos nosotros, esta como nunca, emana humedad de sus encinas, pinos y arboleda baja. Las piedras están resbaladizas. Es un escalera natural que vamos subiendo, atravesamos el carril y seguimos en silencio y respirando esta infusión fría de día hasta La Bola (km 23.8, 1107m., 2h40´). Aquí, cambiamos de plan, en vez de bajar por donde antes, Iván propone bajar por la cara sur, por donde sube la Maratón de Jarapalos, y salirnos a pocos metros, para coger una senda muy poco hecha y algo cerrada. Que magnífica zona nueva para mí. Aún tiene secretos esta Sierra...., que bien.
Que buen conocedor Iván, que con sus incursiones en solitario, se ha convertido: en el "guardián de esta Sierra".
Esta bajada,mantiene los sentidos alerta, piedras suelta, jara y tomillo,etc que tapa la huella: ¡salta!, ¡recorta!, ¡alarga!, ¡rectifica zancada!, etc.
Llegamos al carril que nos llevará al coche (km 26, 658m., 3h). Entre la niebla se deja ver la carretera, las casas diseminadas y al fondo la costa. Esta zonas de pista forestal viene bien para descargarnos las piernas, ir hablando del buen rato que hemos echado, de lo agradecido del "chiribiri" que nos ha caido, que al final ni lluvía fuerte ni rayos. Y llegamos al coche, en el zurrón nos traemos: 30.58km, 3h25´, D+2048m. D- y 2026m.. Una buena caza. Termino degustando una paella, del buen hacer de la mujer de Iván: Clara; y viendo que Erik sigue creciendo y riéndose con nada.