DÍAS DE NIEVES
Fueron unos días en el techo de la Península. Unos días de desconexión de la dulce rutina, de jadeos a 150 pulsaciones. Al Sol que más calienta y más te quema.
Iván y yo nos pusimos de acuerdo en salir el martes después de almorzar. Tras una parada en el
mercadona de
Loja,
pa cargar las "alforjas" de la
furgo, tiramos para la señora de las Sierras Andaluzas, Sierra Nevada. No al lugar mas bonito de ella, pero sí al mas práctico. Yo iba con el chip de hacer
ski de montaña por la mañana, menos el viernes que quería hacer 2h30´. El mono de
foquear me llamaba, y así alternaba con otro
jueguesito,
je je.
Mientras yo usaba las pieles de foca,
Iván cumplía con su plan. A las cuatro nos veíamos para almorzar y a las 19:30 cuando el poniente se enrojece, echábamos un trote de 30´ a 1h. A mí me venía bien para transferir lo de la mañana.
El martes, todavía tenía malestar en el cuerpo, por la gastroenteritis. Durante la salida de 30´que hicimos en el carril del Dornajo, iba a rachas, con un malestar que no veas, un subí y baja, un mareo...... . Cuando llegamos al coche me metí los dedos un par de veces y me falto tomarme un gotita de "
fairi"
pa dejarme la tuberías limpias.
Que buenos estos días. Hacer deporte, poca gente en la Sierra, buen tiempo, buena compaña y buen comer, y que buena coordinación en el comer,
je je. Juntábamos las
furgos, cocinábamos en una y comíamos en la otra. Y que desayunos!!!!.
El miércoles, cada uno
pa una
lao. Yo salí del
parking de las caravanas y subí al Veleta. La nieve estaba costra y no me hizo falta
crampones al llegar al Veleta. El día fue de manga corta, vaya
calorín. Que me gusta a mí coger los
skis y no tener que montarme en las butacas con cables. Ojo!!! en su día me hice con el equipo sin saber esquiar, como mi amigo
Méndez, que valientes!!!. Todavía me duele el culo del primer día.
A la 16:00 me
ví con el "incansable" en el punto de encuentro, el carril del dornajo, y yo ya tenía el arroz cocido.
Iván se puso manos a la obra. A picar ,
freir..... que le gusta al
tio, y buen plato que nos jalamos. Tras una buena digestión: 40´ y 6x30"
progres. A las 20:30, con una bonita puesta de Sol, otra vez a alimentarse, charleo, lectura y a planchar las orejas.
El jueves. Yo aparqué en las caravanas.
Iván me bajó a
Pradollano y salí de allí hasta el
radiotelescopio. cuando pasaba por la "leonera" de Borreguiles, escucho mi nombre varias veces y creo que es a otro Pedro, pero cual es mi sorpresa, es
Paquillo de
Dúrcal. Trabaja de monitor y esta
currando. Que buena persona. Nos conocimos en el
maratón alpino madrileño, el primer año que
fuí, coincidimos en la misma habitación del Albergue
Peñalara. Pero bueno, el Alpino tiene su historia: que dolor de patas y que pecha de
reir...... . Me deje de caer a el valle de
Dilar, subí a las Yeguas y, para el carril de borreguiles
zumbándole a las tablas, que buena estaba la nieve. Pongo pieles hago el carril, vuelvo a quitar, pero
tranquilito eh!!! y a aprovechar la
bajadilla.
Y a la tarde me metí en el circuito deportivo que hay al lado de la carretera. Un bosque de
reforestación con una ruta marcada. Una
horilla suave de sube y bajas.
Y llegó el viernes. Yo tenía cosas que hacer en Málaga por la tarde. Y ya me marchaba después de la ruta.
Iván se quedaba hasta el domingo. Hasta la misma mañana no decidimos donde dar los zapatazos.
Kiko Galera nos hizo una visita tras haber subido al Veleta con las pieles con las primeras luces del alba, que madrugador. Charlamos un buen rato y se volvió para
Sanlucar.
-¿A ver a donde vamos?, ¡que se nos va la mañana!. Aparcamos en el
parking de entrada a
Pradollano, aprovechando que no había que "acoquinar". Y le dimos zapatilla al recorrido del sendero del circuito de fondo hasta La
Cortijuela. Un recorrido de continuos
subi y bajas regado por los meandros que caen de la Loma de
Dilar.
Iván había pasado una mala noche, prueba de ello fue lo que me encontré al abrir la puerta de su
furgo por la mañana: un barreño de al menos 3 litros de pota.
Los más bonito de este recorrido son los 1.6km de llegada a La
Cortijuela,bonito bosque. Llegamos a esta y vuelta atrás. Y tras un picoteo, dejé al "
hermanísimo" y tiré
pa casa. Han sido unos días de escuchar crujir la nieve bajo las tablas, de buenos días de Sol, de risas y buena vida furgonetera.
